3 cosas que debes saber del cambio a la dieta BARF.
Si hacemos la transición de nuestro perro o gato del pellet a la dieta natural o dieta BARF demasiado rápido, con frecuencia pueden aparecer problemas gastrointestinales. Según la doctora veterinaria Karen Becker en muchos casos los dueños, que cada vez tienen más información, de repente se dan cuenta de que el alimento procesado que le dan a su mascota o la marca es realmente mala y lo tiran a la basura, pasando directamente a darles alimentación cruda.
Estos animales, si además llevan mucho tiempo alimentándose del mismo alimento procesado de baja calidad día tras día, es muy probable que les de gastroenteritis y diarrea.
Habrá veterinarios que en lugar de culpar al cambio tan drástico de dieta, lo pueden relacionar equivocadamente con bacterias en la carne cruda, provocando un miedo infundado en el propietario hacia lo que es en realidad la alimentación más saludable para nuestros perros y gatos.
La carne en buen estado apta para el consumo humano no representa ningún peligro para nuestros animales, como recordatorio decir que sólo los humanos cocinan en el reino animal.
Por otro lado cuando le das alimentos naturales a tu mascota, nunca debes mezclar las tomas con el pienso ya que los tiempos de digestión son totalmente diferentes y esta confusión digestiva puede producir gases.
Introducción progresiva de la dieta BARF
Lo más recomendable en mascotas sin problemas digestivos es introducir el alimento crudo en pequeñas cantidades o como premio y vigilar las heces. Si estas son normales podemos ir incrementando la cantidad durante varios días, y si las cacas continúan solidas ya podríamos sustituir una toma de pellet por el nuevo alimento. Si después de varios días no hay ningún problema digestivo ya podemos hacer la transición completa a la dieta BARF sin peligro.
En perros y gatos que llevan muchos años comiendo el mismo alimento seco procesado, la transición podría durar semanas o incluso algún mes pero los beneficios de la dieta BARF para su salud son tantos, que realmente merece la pena el cambio y tener paciencia.
Transición progresiva a la Dieta Natural.
1. Con la dieta natural cruda verás que las heces de tu mascota cambian radicalmente y pasan a ser mucho menos abundantes y más duras. No te asustes! La asimilación de nutrientes es mucho mayor y el deshecho baja drásticamente. No obstante algunos alimentos comerciales que ofrecen dieta BARF congelada carecen de fibra, y si la cantidad de hueso es muy alta pueden estreñir a el animal. Vigila que esto no pase, y si es así no dudes en incluir verduras y vegetales triturados en un 15% a sus tomas.
2. El consumo de agua disminuye ya que el animal se está hidratando mucho a través del alimento. Ten en cuenta que la carne magra puede llegar a tener hasta un 75% de agua, mientras que el pienso para mascotas sólo tiene un 10% de humedad.
3. En ocasiones entre el primer y tercer mes de la transición a BARF el animal pasa por un proceso de detoxificación; este se produce a través de la piel, las mucosas y el intestino. El perro mudará el pelo por uno nuevo más sano y brillante, pueden aparecer legañas y también verás mocos en las heces. Todo esto es un proceso de desintoxicación natural que no debe preocuparte, al contrario es algo que celebrar ya que el perro o gato está expulsando un montón de residuos y toxinas acumuladas por años.
Estos tres puntos son totalmente normales, pero si no los sabes te pueden asustar y echar atrás en tu camino hacia la dieta biológicamente más adecuada a la naturaleza de tu perro o gato.
Créditos: https://www.perronatura.es